viernes, 28 de febrero de 2014

Patologías bucales que se expresan con "máculas". Parte I

Las máculas o manchas son variaciones en el color de la mucosa, sin modificaciones de su relieve. Éstas pueden tener diversos orígenes como son alteraciones vasculares, alteraciones en las células que producen melanina o pigmentos exógenos (amalgama, grafito), que producirán colores específicos en los tejidos.

La Candidiasis Eritematosa Crónica, es una de las enfermedades que se caracteriza por máculas eritematosas (rojas) ubicadas en la mucosa de asiento de dentaduras removibles. Diversas especies del género Candida han sido asociadas a su etiología, aún perteneciendo a la flora bucal son hongos oportunistas que aprovechan ciertas condiciones para proliferar y causar enfermedad, tales como una pobre higiene bucal, xerostomía, uso de prótesis durante la noche, así como también factores sistémicos que comprometan el sistema inmune.

No permitir el descanso nocturno de las mucosas que están en contacto con las dentaduras removibles o el uso de prótesis mal adaptadas que favorezcan el acúmulo de restos alimenticios en el espacio creado entre éstas y los rebordes residuales o paladar no solo provee de una fuente continua de nutrientes para que el hongo prolifere sino que también le brinda la temperatura ideal y el refugio que evita ser desplazado por el flujo salival. Una vez instaurado provoca cambios inflamatorios en los tejidos como adelgazamiento de la mucosa y un estado congestivo que le proporcionan ese color eritematoso característico de dichas lesiones.

Es importante recordar que además de la clínica es necesario hacer pruebas micológicas para determinar el diagnóstico de Candidiasis Eritematosa con el fin de diferenciarla de otras patologías que se manifiestan como máculas eritematosas y brindar la terapia antimicótica adecuada.

Recomendar al paciente el descanso nocturno de la prótesis y una correcta higiene de la misma podrán servir como coadyuvantes en el tratamiento de esta enfermedad, considerando su reemplazo en los casos que sean necesarios.  


sábado, 22 de febrero de 2014

El Lenguaje de las Patologías Bucales

Encontrarse con una lesión bucal en la práctica médica-odontológica se hace cada vez más frecuente convirtiéndose en un reto lograr el diagnóstico en un tiempo oportuno y brindar el tratamiento adecuado para la patología a la que nos estamos enfrentando. Justo allí comienza nuestra labor de investigadores tras la pista de un agente causal que en algunas ocasiones se presenta claramente pero en otras apenas nos muestra rasgos consecuentes de su paso por los tejidos de la cavidad bucal.

Utilizando la analogía del lenguaje, las patologías bucales también nos presentan un conjunto de señales que nos ayudan a entender lo que está pasando, constituyendo la información clínica un punto clave que nos orientará en la determinación de un diagnóstico presuntivo.

Con la descripción clínica detallada y precisa recolectamos datos importantes que nos facilitarán la identificación de la patología, entre los cuales tenemos: localización, color, forma, tamaño, consistencia (blanda, firme o dura), superficie, base de implantación y el tipo de lesión elemental.

Distinguir estos aspectos nos pudieran sugerir el tipo de tejido que está involucrado de acuerdo al sitio donde se encuentre, variaciones en el color (máculas) y/o espesor de la mucosa (placas), si proceden de planos profundos (nódulos), si son sólidas o presentan contenido líquido (vesículas, ampollas, pústulas), si por las múltiples proyecciones en su superficie tienen aspecto de coliflor (vegetaciones o verrugosidades) o si constituyen una solución de continuidad de la mucosa (úlceras, erosiones, fisuras), son algunos de los escenarios que reflejan las alteraciones estructurales y que también pueden dar muestras de la naturaleza infecciosa, reactiva, inmunológica o neoplásica que se está manifestando.

Recaudar esta información clínica de forma correcta no sólo puede orientarnos en el diagnóstico presuntivo, sino que también permite evaluar si la enfermedad se mantiene estática o sigue un curso evolutivo que repercutirá en el pronóstico.
Lesión tumoral, de forma ovalada, que mide 2 cm aproximadamente, presenta color eritematoso en la base y rosado pálido en el polo superior, consistencia firme, base sésil,
ubicada en encía adherida de incisivo lateral hasta porción mesial de primer premolar inferior izquierdo.